Sin duda que no es posible llegar sin reserva la que se encontraba lista a nuestra llegada. La atención fue muy destacada por el mozo quien se presentó como Ricardo.
Comenzamos por una ronda de rolls y tiraditos donde claramente se encontraba el sabor peruano con un nivel de picante adecuado. Complementamos con una ronda de sashimi para rescatar el sabor Japonés puro, simple y fresco del pescado, aunque la variedad era bastante limitada.
Acompañamos la cena con un rico espumante Chandom demi sec Argentino que nunca falla.
Decidimos incursionar en algunos platos calientes sin embargo el peak del sabor lo encontramos principalmente en los rolls Futomakis.
Los postres muy buenos donde el volcán de chocolate se destaca acompañado de un rico helado de té verde.
El costo promedio fue de US$ 80 por persona.
Comparándolo con el Hanso, otro restorán nikkei nos pareció que la comida en ambos es excelente sin embargo la atención en el Osaka fue superior.
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